Columna: interacción comunicativa en tiempos de virtualidad

Por:

Juanita Gaitán. Fonoaudióloga. Mg. Dificultades del Aprendizaje

Andrea del Pilar Matheus. Fonoaudióloga. Mg. en Educación

Saray Puello. Fonoaudióloga. Mg. en Educación

Docentes Escuela de Fonoaudiología -ECR

Hoy en día, las recientes publicaciones de investigaciones acerca de la educación virtual en Colombia, Arreaza (2021) afirman:

“Esta modalidad llegó para quedarse, puesto que esta forma de educar se ha disparado debido principalmente al confinamiento causado por la pandemia, y en el marco de esta situación  muchos analistas creen que esta modalidad podría continuar utilizándose a futuro en todo el país. Poco antes de la llegada de la pandemia, en Colombia existía un 10% de alumnos que veían clases en modalidad online, empleando diferentes aplicaciones para organizar las reuniones”.

Becerra (2021), Colombia viene apostándole a la educación virtual; su crecimiento en la última década ha sido exponencial, datos del Ministerio de Educación Nacional señalan que en el 2010 en el país se educaban virtualmente alrededor de 12.000 estudiantes, al 2015 más de 65.000 y para este año 2017 se calcula que alrededor de 80.000 están en modalidad virtual. En Colombia hay cerca de 500 programas virtuales en los diferentes niveles de formación: Técnicos, Tecnológicos, Profesionales y de Posgrado.

Gracias a la expansión del Covid-19, la educación no solo en Colombia, sino en el mundo entero, se vio en la necesidad de implementar estrategias, para garantizar que la adquisición de aprendizajes y el proceso de alfabetización, se pudieran llevar a cabo de forma online. Sin embargo, esta modalidad a pesar de todos los recursos y herramientas implementadas tiene una serie de ventajas y desventajas, las cuales se han identificado a lo largo de la crisis mundial.

Es así como, la interacción comunicativa entre los actores del proceso, estudiantes vs docentes, logra ser ventaja y desventaja a la vez; puesto que, la relación estrecha que se puede dar dentro del aula de clase, se ve limitada por algún dispositivo electrónico, el cuál contradictoriamente permite acceder a la educación virtual.

Pero a su vez, limita esa interacción, puesto que, con el paso del tiempo, esa necesidad de socialización con pares, docentes y demás miembros de la comunidad educativa, especialmente en la educación prescolar, primaria y secundaria, cuando los jóvenes aprenden a tratar con otras personas y forjan sus primeros vínculos sociales fuera de la familia, se pierde y el objetivo claramente no será la interacción comunicativa. (Arreaza 2021)

La otra cara de la moneda es que esa virtualidad y el acceso al Internet, permite que los seres humanos acorten distancias, las cuales favorecen la comunicación entre sí, sin límite de distancia, gracias al uso de los dispositivos electrónicos en donde se logran procesos de interacción, intercambio y socialización de saberes, experiencias, así como de conocimientos.

El problema radica en que muchas veces, olvidamos que el interlocutor, también espera que esa comunicación sea efectiva, en la medida en la que no solo se trata intercambio de saberes, experiencias y conocimientos; sino que, además, se hace necesario fortalecer vínculos de alguna manera afectivos y de interacción.

Los cuales no se vean limitados por el mismo dispositivo, puesto que por ejemplo, en las clases bajo modalidad remota, lo ideal sería que los participantes de la misma, accedieran a sus cámaras, a los micrófonos, sin tener que ser condicionados por el docente o el mismo ejercicio académico, logrando así, que el vínculo se fortalezca, al tener quizás una relación más directa y de cercanía como seres humanos.

Se conoce a la “comunicación digital” como la comunicación efectiva bajo la modalidad remota, ésta se materializa mediante la interacción social entre los estudiantes y los profesores facilitando la comprensión de la información, el intercambio de contenidos y estrategias didácticas y el contacto entre los interlocutores en cualquier momento. (Cabañas, R. 2021).

Algunas recomendaciones que debemos tener en cuenta para que la comunicación digital sea efectiva en las clases remotas son: para iniciar es importante tener un buen micrófono, una buena cámara y servicio de internet. Tener presente que existen algunas plataformas que son adecuadas para el aprendizaje, como Zoom se pueden usar como complemento a la experiencia de la clase haciendo preguntas y respuestas, para resolver dudas, retroalimentar y enseñar un contenido específico en corto tiempo.

Se debe conversar con los estudiantes considerando ser concretos, específicos, asertivos y efectivos variando constantemente de actividad con el fin de que no pierdan la atención. Otra herramienta que se puede utilizar es el celular que da contenido de valor a las clases remotas haciendo podcast, notas de voz, y para recibir y enviar tareas. (Cabañas, R. 2021).

Con lo anterior se concluye que la realidad del mundo cambio y la educación no se debe quedar atrás en este proceso, sino todo lo contrario, debe evolucionar; como docentes debemos aceptar y conocer las nuevas herramientas que se encuentran a nuestro alrededor con el fin de brindar a nuestros estudiantes todas las estrategias necesarias para afianzar sus capacidades y conocimientos, como seres humanos íntegros y competentes para desenvolverse de manera adecuada en el contexto social.

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