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Periodo intersemestral: una oportunidad para el autocuidado y el bienestar laboral

En el contexto educativo, especialmente en instituciones de formación en salud como la Escuela Colombiana de Rehabilitación (ECR), el bienestar integral de la comunidad académica es un valor institucional y una necesidad estratégica por igual. Aunque las iniciativas de promoción de la salud suelen girar en torno a los estudiantes, también es fundamental reconocer que los docentes y colaboradores administrativos enfrentan altos niveles de exigencia física, mental y emocional.

En este sentido, la actividad física durante los periodos intersemestrales y el deporte como herramienta de bienestar laboral emergen como columnas para fortalecer la salud, cohesión y productividad del personal académico y administrativo.

Pausar para recargar

Tradicionalmente concebidos como espacios de descanso o planeación académica, los periodos intersemestrales pueden convertirse en momentos ideales para promover el autocuidado a través de la actividad física. Durante estos intervalos, el personal docente y administrativo vive una reducción en la carga operativa directa, lo que redunda en una mayor disponibilidad de tiempo y energía para participar en actividades que favorezcan su salud física y mental.

Incorporar programas de actividad física en estos periodos contribuye a reducir el estrés acumulado, mejorar el estado de ánimo y preparar al equipo para enfrentar los retos del siguiente ciclo académico. De hecho, estudios en salud ocupacional han demostrado que la práctica regular de ejercicio físico está asociada con una disminución en los niveles de ansiedad, depresión y fatiga, así como con una mejora en la calidad del sueño y la percepción general de bienestar.

El deporte como herramienta de integración y salud

Además del ejercicio individual, el deporte organizado aporta su propia serie de beneficios: promueve la interacción social, el trabajo en equipo y el sentido de pertenencia institucional. En la ECR, donde la formación en rehabilitación y ciencias de la salud implica una comprensión profunda del cuerpo humano y su funcionalidad, el deporte cobra una relevancia adicional por ser una herramienta pedagógica y vivencial que refuerza los valores institucionales.

Actividades como la conformación de grupos deportivos, las clases grupales o de baile y los encuentros deportivos mixtos no solo promueven la salud física, sino que fortalecen los vínculos entre áreas académicas y administrativas, reduciendo barreras jerárquicas y fomentando una cultura organizacional más colaborativa y empática.

Beneficios de la actividad física para docentes y administrativos

Docentes

Los docentes universitarios enfrentan múltiples fuentes de estrés: carga académica, preparación de clases, evaluación de estudiantes, investigación y gestión institucional. La actividad física regular ayuda a:

  • Mejorar la concentración, la memoria y la creatividad.
  • Reducir el estrés asociado a la carga académica.
  • Disminuir la tensión muscular y el dolor asociados al sedentarismo.
  • Aumentar la energía y la motivación.
  • Fomentar la creatividad y la resolución de problemas.

Administrativos

Por su parte, el personal administrativo tiende a estar expuesto a rutinas prolongadas frente a pantallas, tareas repetitivas y presión por resultados. Para quienes hacen parte de esta población de la universidad, el deporte y la actividad física pueden contribuir de las siguientes maneras:

  • Prevenir enfermedades musculoesqueléticas
  • Disminuir el ausentismo laboral.
  • Mejorar el clima laboral y la satisfacción con el entorno de trabajo.
  • Estimular la resiliencia y la gestión emocional.

Estrategias aplicadas en la ECR

La intención de contribuir al bienestar integral del capital humano de la ECR sobrepasa el discurso. Para que esta iniciativa sea efectiva, se ha avanzado en la implementación de las siguientes estrategias:

  1. Diseño de una agenda intersemestral de bienestar, con actividades físicas y deportivas adaptadas a diferentes niveles de condición física.
  2. Vinculación de profesionales del deporte y la actividad física para garantizar la seguridad y pertinencia de las actividades.
  3. Programación de espacios de participación voluntaria y flexible, que respeten los tiempos de descanso y las preferencias individuales.
  4. Reconocimiento institucional a la participación, como parte de una cultura de bienestar organizacional (por ejemplo, docentes y administrativos han sido exaltados por representar a la universidad en los torneos del Grupo Deportivo Universitario Los Cerros).

Conclusión: formar desde el ejemplo y la experiencia

Como institución líder en salud, inclusión y rehabilitación, la ECR tiene una responsabilidad ética y simbólica de predicar con el ejemplo. Promover la actividad física y el deporte entre sus colaboradores fortalece su bienestar, al tiempo que envía un mensaje poderoso para los estudiantes sobre el equilibrio entre vida personal y profesional.

Así mismo, estas prácticas fortalecen la imagen institucional de la ECR como una entidad comprometida con el bienestar integral, la innovación educativa y la sostenibilidad humana.

Bienestar que enamora

Si te interesa saber cómo promovemos la salud y el bienestar en nuestra comunidad académica, conoce más aquí.

Escrito por:
Hansel Javier Cabrera
Profesional de Bienestar de la ECR