La Fundación Universitaria Escuela Colombiana de Rehabilitación ha dado un paso trascendental en su historia al abrir la primera convocatoria de movilidad internacional dirigida exclusivamente a egresados. Se trata de una apuesta institucional que busca ampliar los horizontes académicos y culturales de quienes ya han culminado su formación, fortaleciendo así el vínculo con la comunidad de graduados y consolidando nuevas oportunidades de desarrollo en escenarios globales.
Más allá de ser un simple intercambio, este programa representa la posibilidad de proyectar el sello ECR en otros países, visibilizando la calidad y el compromiso de sus profesionales en espacios donde el conocimiento, la cultura y la salud se entrelazan para construir sociedades más inclusivas y conectadas.
En esta primera experiencia, el destino elegido fue Malta, un escenario cargado de historia y diversidad cultural que abre la puerta a encuentros enriquecedores y aprendizajes significativos.
Ubicada en el corazón del mar Mediterráneo, Malta es un país que combina en su geografía y en su cultura el paso de diferentes civilizaciones: fenicios, romanos, árabes, normandos y británicos han dejado huella en su identidad, convirtiéndola en un mosaico cultural.
Hoy en día, Malta no solo es un lugar de atractivo turístico, sino también un destino académico y profesional que se destaca por su capacidad de acoger a personas de todas partes del mundo. Su carácter multicultural, sus instituciones educativas reconocidas y su dinámica vida social la convierten en un punto estratégico para generar experiencias de movilidad que trascienden lo académico.
Para los egresados de la ECR, Malta representa un espacio de intercambio donde la disciplina de la rehabilitación se encuentra con nuevas perspectivas, modelos de atención y realidades sociales. Es, en esencia, un lugar donde se tienden puentes entre la formación recibida en Colombia y las prácticas que se viven en el contexto europeo.
La apertura de esta primera movilidad internacional despertó un notable interés en la comunidad de egresados. En total, 11 profesionales provenientes de los programas de Fonoaudiología, Fisioterapia, Audiología y Ergonomíarespondieron a la convocatoria.
Cada postulación fue mucho más que un trámite administrativo: representó la ilusión de quienes ven en estas iniciativas una oportunidad para crecer, aprender y seguir llevando con orgullo la identidad de la ECR a otros escenarios.
La diversidad de programas que se hicieron presentes en la convocatoria refleja la riqueza y amplitud del campo de la rehabilitación en la Escuela. Desde los fonoaudiólogos que trabajan por la comunicación humana, hasta los ergonomistas que diseñan espacios laborales más saludables, cada egresado postulante encarna el compromiso de la ECR con el bienestar integral de las personas y las comunidades.
Dentro de este grupo de once postulaciones, una historia destaca por su particularidad y simbolismo: la de Laura Bohórquez, egresada del programa de Fisioterapia.
Laura actualmente reside en Malta, país que eligió como lugar para continuar su proyecto de vida. Su experiencia en esta isla la ha convertido en un puente natural entre culturas y en una voz que refleja cómo los egresados ECR son capaces de adaptarse, integrarse y aportar en contextos internacionales.
Gracias a este vínculo, Laura participará activamente en las actividades interculturales programadas para octubre, convirtiéndose en la primera egresada en representar oficialmente a la institución en el marco de esta movilidad internacional. Su papel será el de compartir su experiencia, aportar su mirada como profesional de la rehabilitación y proyectar la identidad ECR en un escenario que congrega a personas de diferentes partes del mundo.
La historia de Laura no solo enriquece esta primera experiencia, sino que inspira a otros egresados a ver la movilidad internacional como un camino posible y cercano, donde lo aprendido en la ECR se convierte en una herramienta de proyección global.
La movilidad internacional hacia Malta se enmarca dentro de un proyecto mayor: el fortalecimiento del ecosistema de egresados de la ECR. Este ecosistema busca consolidar la relación con quienes ya culminaron su paso por la Escuela, ofreciendo espacios de encuentro, formación, tradición y proyección internacional.
Las jornadas de identidad y tradición se han convertido en escenarios para reencontrarse con la historia institucional, reconocer la memoria de quienes han hecho parte de la comunidad y reafirmar los valores que caracterizan a la ECR.
Al mismo tiempo, el programa de Embajadores ECR busca que cada egresado sea un representante activo de la institución en los distintos espacios donde se desempeña, llevando consigo el sello de calidad, compromiso y liderazgo que distingue a nuestra formación.
La experiencia de Malta no es un hecho aislado: se integra plenamente en esta visión de comunidad global, donde cada egresado, sin importar el lugar en el que se encuentre, puede convertirse en un actor clave para proyectar la identidad institucional y abrir nuevos caminos para quienes vendrán después.
Por: Karen Paola Mesa – Coordinación de egresados