2020-2030

Proyecto educativo institucional

Nuestro mapa para la gran aventura

Como en cualquier viaje de aventura, el mapa es ideal, es una guía para los viajeros, cada uno lo apropia y adapta para hacer viable su itinerario.


El nuestro recoge momentos inolvidables, obstáculos, logros, risas y tristezas, nos ha guiado para no perder el norte, llega a su segunda versión y se encuentra acompañado del plan de desarrollo institucional 2020 – 2030, una construcción conjunta que se seguirá revisando y ajustando de acuerdo con las necesidades del entorno (presente), a las vivencias de nuestra comunidad (pasado) y a las dinámicas que el mundo exige (futuro), siempre con el destino claro: aportar a una sociedad con mejor bienestar e inclusión desde la educación.

Encontrará en este mapa:

Identificación para no perderse
  1. Lo que nos define: Misión
  2. El sueño: Visión 
  3. Nuestro sueño: Valores
  4. Los puntos cardinales:  Lineamientos 


Estaciones para recorrerlas y adquirir los elementos para entender el camino
  1. Visionarios: la historia
  2. Los importantes: grupos de interés


El equipaje: lo que nos define, nos diferencia y nos acerca a los demás
  1. El modelo pedagógico 
  2. Investigación 
  3. Proyección social 
  4. Inclusión y diversidad
  5. Emprendimiento
  6. Innovación
  7. Calidad
  8. Bienestar
Los apoyos del viaje

Identificación para no perderse 


Con su concepción humanista, la ECR desarrolla un proceso formativo integral basado en la convivencia participativa, en el entendimiento y comprensión del ser y del otro para ser fuerza transformadora para el mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad.

misión ECR

  • Somos una institución de educación superior sin ánimo de lucro que contribuye a la construcción de proyecto de vida de nuestros estudiantes a través de un modelo educativo que forma personas con capacidad de liderazgo, críticos, creativos, comprometidos con la diversidad y capaces de impactar el entorno, promoviendo el bienestar y la inclusión social.


Visión ECR

  • En el 2030 la ECR será una institución incluyente que valora la diversidad como un factor de desarrollo social, reconocida a nivel nacional e internacional por sus acciones de formación y gestión de conocimiento derivadas del modelo educativo.


Valores ECR

- Integridad: cumplimiento de las tareas asumidas, bajo el respeto de los valores éticos universales y de los valores específicos de la comunidad en donde se desarrolla la acción. La integridad presupone honradez, respeto, rectitud y acatamiento de las normas.


- Honestidad: comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y   justicia.  Vivir   de acuerdo   a   como   se   piensa   y   se   siente.  En su sentido más evidente, la honestidad puede ser entendida como el respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas.


- Responsabilidad: capacidad para identificar, prever y afrontar las consecuencias derivadas de cualquier acción realizada. Competencia e idoneidad en el desarrollo de los compromisos; el sentido del deber en el cumplimiento de las tareas asumidas; y la sensatez y madurez en la toma de decisiones y en la ejecución de estas. 


- Disciplina: capacidad para la puesta en práctica de una actuación ordenada y perseverante, en orden a obtener un bien o fin determinado. Es decir, tener o disponer de un orden personal que nos organice para alcanzar de un modo más concreto y prolijo aquello a lo que nos comprometemos con nosotros mismos y con los otros.


- Sensibilidad Social: conciencia de solidaridad y servicio que permite a la persona preocuparse y actuar para la búsqueda del bienestar del otro y de la sociedad.


- Respeto: actitud de comprensión y consideración hacia las formas de pensar, actuar y sentir de los demás, implica también la voluntad y capacidad para escuchar y ponerse en el lugar del otro.


- Solidaridad: unión y colaboración para conseguir un fin común, valor trascendental para el género humano que permite e incentiva el desarrollo personal y colectivo, en busca de la dignidad y calidad de vida de un grupo social.


- Equidad: noción de justicia e igualdad social.  Capacidad de ser imparcial, haciendo uso de la razón para otorgar a cada sujeto lo que merece.



Lineamientos ECR

- Velar por la formación integral de los estudiantes sobre bases científicas, éticas, humanísticas y de acuerdo con los valores de la ECR.


- Prestar un servicio con calidad y asegurar resultados académicos de excelencia.


- Desarrollar el conocimiento, mediante programas de docencia, investigación, extensión, bienestar e inclusión. 


- Planear y llevar a cabo investigación relacionada con los objetivos institucionales y promover su divulgación. 


- Participar activamente en la gestión de proyectos de impacto social en el entorno en que se desarrolla la Institución. 


- Fomentar un espíritu creativo y analítico para el desarrollo y transmisión del conocimiento con respeto por la libertad de cátedra y aprendizaje en todas sus formas y expresiones.


- Ser factor de desarrollo científico, cultural, económico, político y ético de manera global.


- Promover la cooperación interinstitucional, nacional e internacional, para contribuir al bienestar y formación de la comunidad y al impacto positivo en la calidad de vida de la región.


- Promover la preservación del medio ambiente sano desde la formación y actuaciones de la Institución.

- Conservar y fomentar el patrimonio cultural del país.


- Facilitar el acceso a la educación, sin distingo alguno.


- Favorecer el desarrollo, apropiación de la tecnología y bienestar del talento de la ECR para que su retención y satisfacción se refleje en un servicio de excelencia a la comunidad.


- Incentivar los procesos de autoevaluación y mejoramiento continuo, en el marco de una cultura de rendición de cuentas y cumplimiento de metas.


- Ofrecer programas de formación laboral o académica flexibles y coherentes con las necesidades y expectativas de las personas, la sociedad, las demandas del mercado laboral y del sector productivo.



Estaciones para recorrerlas y adquirir los elementos para entender el camino


Visionarios

(la historia)

En Colombia, altruistas piensan en la inclusión, para una mejor sociedad .


Nace la Escuela Colombiana de Rehabilitación siendo parte del inicio de la historia de la rehabilitación en el país, como respuesta social a la necesidad de contar con talento calificado, que atendiera a un número significativo de personas con alteraciones físicas, que dejó la epidemia de la Poliomelitis en la región, en un mundo convulsionado por las secuelas en discapacidad, causadas por la Segunda Guerra Mundial.


A mediados de la década del 40, el doctor Juan Ruíz Mora, en compañía de Gustavo Páez y Elvira Concha, altruistas inspiradores, ponen en funcionamiento el Instituto Franklin Delano Roosevelt, institución que se proponía ofrecer a los niños un centro de atención integral de rehabilitación. Es allí cuando surge la idea, de formar el talento adecuado para este fin, en 1952, en línea con la Misión Currie, en cuanto a:
“Debe prepararse el mayor número de profesionales de todas clases para el servicio de la salud pública (...) Se necesitan practicantes y personas versadas en todos los ramos de esta ciencia para la atención del enfermo y el desvalido”.   


La labor académica inicia con lineamientos de fisioterapia desde la Institución creada para tal fin que acoge, en esta primera fase, el nombre de Escuela Nacional de Fisioterapia, adscrita al Roosevelt y pionera de estos programas en el país, bajo la dirección del doctor Juan Ruiz Mora y con la activa participación de la señora María Luisa Manrique Sanz de Santamaría y los doctores Julio Barrera Saba, Roberto Arango Sanín y Guillermo Gómez.  Los primeros egresados de la Escuela crean la Asociación Colombiana de Fisioterapia, afiliada desde entonces a la Confederación Mundial de Fisioterapia –WCPT-, agremiación que ha sido determinante para el desarrollo de la profesión en Colombia.


Bajo el liderazgo del Dr. Ruiz, en el año 1963, se transforma el nombre de la Institución a Fundación Universitaria Escuela Colombiana de Rehabilitación, obteniendo la personería jurídica Resolución No. 3381 del 31 de julio de 1964 por parte del Ministerio de Educación Nacional y se da inicio a la creación de nuevos programas en torno a la rehabilitación.  En 1965, se crea el programa de fonoaudiología (Acta No. 23) y el de Terapia Ocupacional en 1968. Por esa época, se hace una alianza con el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario que finaliza en el año 1995, con el ánimo de titular a los profesionales de dichos programas, que en 1977 son aprobados como licenciaturas por el ICFES, con resolución del Ministerio de Educación Nacional y, en 1980, se constituyen como profesiones con la expedición de la Ley 80. 


A partir del año 1995 la Escuela Colombiana de Rehabilitación –ECR- se organiza como institución de educación superior con Personería Jurídica No. 5090 del Ministerio de Educación Nacional, fortalece sus programas de pregrado e introduce nuevos programas a nivel de posgrado en torno a la rehabilitación, manteniendo su permanente interés en los procesos de evaluación y autorregulación en pro de la calidad académica, que evidencia su  permanente actualización curricular en consonancia con las tendencias de desarrollo de las profesiones, en investigaciones de alto impacto en las que participa activamente, y en los requerimientos de los contextos sociales en los que interactúa.


En el año 2009, luego de una década de trabajo reflexivo en procesos de autoevaluación genera su primer plan de desarrollo institucional 2010 – 2015, en el 2017, se elabora el documento de condiciones iniciales, con el cual el CNA da el aval de condiciones para iniciar los procesos de acreditación para sus programas de pregrado. 


A partir de ese año la ECR le apuesta a la modernización y crecimiento institucional y en 2019 elabora su plan de desarrollo 2020 – 2030.  Esta modernización involucra una reforma estatutaria que fortalece su gobernanza; una ampliación del portafolio, de sus metodologías, de los niveles de formación y de áreas del conocimiento; ambientes de aprendizaje con infraestructura tecnológica y física adecuada y una alineación pedagógica a modelos universales para la inclusión y el bienestar de su comunidad. 


Los importantes

Profesor

Es la persona vinculada con la institución, comprometida con el PEI, las políticas, reglamentación y demás lineamientos institucionales […], que ejerce como profesional de la docencia universitaria, es decir,  que como profesional de cualquier área ha construido su identidad a partir sus conocimientos, de rutinas que median su práctica social en el contexto universitario con relación a la formación integral, la adaptación,  producción y trasferencia de conocimiento, la vinculación crítica con el contexto social y a la organización de los procesos académicos administrativos, que lo convierten en un pedagogo, investigador, humanista, con un profundo sentido social y de servicio; cuenta con herramientas teóricas y metodológicas para facilitar y acompañar el proceso de aprendizaje del estudiante; domina el campo del conocimiento específico para ejecutar su rol como educador y tiene elementos que le permiten profundizarlos, aplicarlos y mantenerlos en permanente actualización. 


El profesor de la ECR se interesa en buscar que la enseñanza esté al servicio del impacto en el aprendizaje, haciendo de los diferentes ambientes, como aulas de clase, laboratorios, tutorías, encuentros virtuales, escenarios de práctica, entre otros, el espacio que propicie el aprendizaje significativo para el estudiante. Lo anterior está asociado a “[…] la dinámica de desarrollo profesoral que se promueva institucionalmente e implica retos a nivel personal y profesional, puesto que las organizaciones se fortalecen en la medida que los recursos intangibles de carácter individual se transforman en productos de carácter funcional e integrador para la organización” López (2005).

 

Las responsabilidades y funciones del profesor están dadas a la luz de los escenarios de actuación -docencia, investigación, extensión y gestión académica – administrativa - y guardan coherencia con su perfil, competencias y necesidades del programa en el que se desempeña.-


 Formador


El facilitador de los programas de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, promueve el aprendizaje significativo del estudiante a través de estrategias que armonizan dos ambientes de aprendizaje a saber; la formación en el aula de clase y el desarrollo de prácticas en escenarios reales, generando competencias técnicas específicas, básicas y transversales para alcanzar el perfil de desempeño ocupacional esperado y contribuyendo con su inserción laboral. Su quehacer supone un aprendizaje continuo, flexible y significativo que le permita transferir habilidades y competencias a contextos reales mediante la interacción con el sector productivo y social.


Estudiante


Es un aprendiz activo, autónomo, responsable y protagonista de su aprendizaje, que establece una interacción con el profesor y el medio, de forma crítica y con una intencionalidad clara de autoexigencia en cada nuevo reto que se le presenta tanto al interior de los ambientes de  aprendizaje como en el contexto laboral. El estudiante de la ECR asume una actitud creativa y comprometida con los cambios sociales y nuevas exigencias laborales, desarrolla hipótesis propias para abordar su contexto personal y laboral y recibe el apoyo institucional, que facilita los objetivos de aprendizaje en su formación integral, como lo definen las políticas académicas. 

Egresado


Profesional que estuvo adscrito en calidad de estudiante en la ECR, cuenta con sólidas bases científicas, éticas y humanísticas; está comprometido con el desarrollo social con profundo sentido de servicio en línea con los valores de la ECR.  La institución reconoce a sus egresados como miembros activos de la comunidad universitaria, respetando su autonomía y confiando en su capacidad para apoyar el desarrollo de las profesiones, de la institución y del progreso del país.  El relacionamiento con los egresados promueve el intercambio de experiencias, de formas de ver el mundo, de necesidades y de expectativas laborales como camino de retroalimentación, constante y positiva, de los procesos de calidad de la institución y de la mejor manera de seguir acompañándolos. 


Aliado


Entidades públicas o privadas que comparten junto con la Escuela, la esencia de su propósito superior y que unen esfuerzos económicos, técnicos y humanos para el desarrollo de procesos de formación, capacitación, asesoría y ejecución de proyectos sociales y empresariales. Los aliados son nacionales e internacionales y trabajan mancomunadamente con la ECR, para conseguir el impacto social en las personas y en las comunidades de la región.  Los objetivos comunes, estarán mediados por convenios, contratos y/o actas de entendimiento que podrán ser transitorios o permanentes y donde se establecen las funciones y roles de las partes para conseguir el bien colectivo.


El equipaje: lo que nos define, nos diferencia y nos acerca a los demás.


El modelo pedagógico 


Estar en el sector de la educación, exige conceptos pedagógicos que la ECR ha identificado en su quehacer para beneficio de su comunidad académica, por lo tanto, comprende la pedagogía mas allá de su acepción disciplinar-teórica que se ocupa del fenómeno complejo de la educación, es decir la asume como una práctica con una clara orientación y compromiso social que integra el ser, el saber y el saber hacer, cuyo propósito se orienta no solo a la adquisición y producción del conocimiento, sino fundamentalmente a la construcción de nuevos sujetos sociales. 


El modelo pedagógico de la ECR promueve y potencia el desarrollo de capacidades con un profundo sentido por lo humano (Nova 2016), y un deseo de liderazgo para transformar las realidades sociales, políticas y económicas del país y la región, y pretende contribuir a la construcción de una educación inclusiva, equitativa y de calidad que promueva oportunidades de aprendizaje para todos en el marco de los objetivos sostenibles 2030 (CEPAL,2016).  En este sentido, la apuesta pedagógica del modelo pretende generar acciones que desarrollen competencias más allá de las habilidades y destrezas cognitivas y praxiológicas en los estudiantes, buscando un aprendizaje que construya seres humanos lideres, sensibles, con un pensamiento crítico, ético, creativo y tecnológico, que generen soluciones innovadoras para la transformación positiva de las realidades sociales globales, desde el aprendizaje experiencial y relacional; así los escenarios de formación en la ECR son enriquecidos con el análisis de los contextos personales, familiares y comunitarios con orientación a la inclusión social. 


Es por ello, que el quehacer pedagógico institucional se desprende de la Misión, Visión y Valores institucionales, y se sustenta en el constructivismo socio – cultural, que resalta el valor de los procesos de aprendizaje, la construcción del conocimiento y de sujetos que le aporten a la solución de los problemas propios de su campo de estudio y el bienestar de las personas y comunidades con las que trabaja.


El modelo declara que la formación se centra en el ser humano, así como en sus capacidades para construir significados, sentidos, para innovar, crear, disfrutar y vivir plenamente, donde se proponen al estudiante y al profesor como actores que interactúan en entornos estructurados, a través de actividades simbólicas e intencionales, es decir, que el conocimiento se construye de manera activa. En este sentido, las acciones formativas se comprenden desde la noción de sujetos sentipensantes, desde la perspectiva de Lans Borda, y prioriza el desarrollo de las dimensiones sociales, afectivas y éticas en estudiantes y profesores, ya que éstas son los ejes estructurales para la consecución y construcción de sujetos. Es decir, la ECR, se centra en lo esencial, en el ser que crea, que construye, que innova y que usa, encontrando en el sujeto que forma su mayor motivación para contribuir al cambio social. 


Es importante anotar que el enfoque constructivista sociocultural, además incorpora los aprendizajes, conocimientos y experiencias previas de los estudiantes, de esta forma, se considera que el conocimiento es el resultado de un dinamismo constante, matizado por la búsqueda, construcción e intercambio de saberes provenientes de cada uno de los individuos que participan en un determinado escenario. 


Los planteamientos anteriores se articulan principalmente con las posturas teóricas y metodológicas para la formación y evaluación por competencias planteadas por Tejada (2016), Tobón (2007, 2013, 2017), e integra los resultados de aprendizaje – RA según lo expuesto por Kennedy (2007) y por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación de Madrid - ANECA (2013). 


Es así, como el concepto de competencias en el contexto de la ECR se asume como la actuación de los futuros egresados en diversos ámbitos, con el propósito de generar alternativas de solución bajo principios éticos y criterios técnicos y científicos. En esta perspectiva se reconoce que las competencias son de carácter dinámico, ya que las actuaciones de los estudiantes se reorganizan en función de la resolución idónea de la situación problémica que se aborda encontrando alternativas claras para los educandos. Igualmente, en el marco propuesto por Tejada& Ruiz (2016) se asumen las competencias como un conjunto de conocimientos, procedimientos y actitudes combinados, coordinados e integrados y definibles en la acción, donde la experiencia se muestra como ineludible y el contexto es clave. Estamos apuntando en la dirección del análisis y solución de problemas en un contexto particular en el que a partir de dicho análisis se movilizan pertinentemente todos los recursos (saberes) que dispone el individuo para resolver eficazmente el problema dado.  En este sentido las competencias se caracterizan desde Tobón (2007) por “seis aspectos esenciales desde el enfoque complejo: procesos, complejidad, desempeño, idoneidad, metacognición y ética”. (p.17) 


Las competencias, con relación al nivel de desarrollo se expresan en el desempeño de los sujetos al actuar en diferentes contextos como lo expresan López, Espinoza, Tapia et- al (2007)“La competencia no existe en sí misma; ésta debe ir unida a una actividad a una acción de aprendizaje; es decir, se debe integrar el uso que de la misma se haga y que se manifiesta como desempeño” (p.21). En este sentido el desempeño objetiva diferentes niveles de dominio y en contextos cambiantes y complejos personales, sociales y laborales.


En este marco y desde el modelo pedagógico de la Institución centrado en el estudiante, la mirada de las competencias se alinea con la  postura de resultados del aprendizaje, entendidos  como la concreción de las competencias y se asumen como elementos fundamentales del diseño curricular que ayudan a describir lo que se quiere conseguir con un programa formativo, o parte de éste; se entienden  como declaraciones alcanzables de lo que se espera que un estudiante conozca, comprenda y/o sea capaz de hacer al final de un periodo de aprendizaje ( D. Kennedy, 2007 - Aneca, 2013). Los resultados de aprendizaje – RA declarados en la ECR apuntan a los tres tipos de saberes que deben estar presentes en cualquier currículo: saber (lo conceptual), saber hacer (lo procedimental) y saber ser y convivir (lo actitudinal), cada resultado de aprendizaje puede hacer referencia a un tipo de saber, o bien, a una combinación de los tres o de dos de ellos. Es de anotar que los resultados de aprendizaje deben ser observables, medibles y susceptibles de ser evaluados. 


En este sentido la integración de los resultados de aprendizaje - RA al Sistema de formación por competencias declaradas en la ECR, diferencia RA a nivel Global y los RA de las asignaturas o a nivel especifico; los primeros se relacionan directamente con las competencias genérico-transversales y las competencias específicas, es decir, los resultados de aprendizaje globales son aquellos  que  se  espera  que  un  estudiante  logre y demuestre al  término del  proceso  de  formación  para  el otorgamiento de un título o  certificado de aptitud ocupacional; los segundos están relacionados con los que se espera lograr en cada curso o asignatura; estos se expresan en términos de indicadores de nivel de desempeño y son el mecanismo para evaluar el aprendizaje esperado al final de cada asignatura. Estos resultados de aprendizaje de las asignaturas se articulan estrechamente con los resultados de aprendizaje global.


En esta línea,  la enseñanza se asume como el proceso intencional que tiene como propósito promover el desarrollo de competencias y el  logro de los resultados de aprendizaje a través de procesos de aprendizaje en contextos relevantes desde lo histórico-cultural, social, económico, político e interpersonal, mediante el análisis y la solución de problemas; por lo que desde este principio la enseñanza y el aprendizaje se desarrollan en la ECR en la perspectiva de la cognición situada, el aprendizaje cooperativo y colaborativo y el aprendizaje basado en problemas como principios privilegiados en la ECR. 


En el aula se entretejen los procesos de aprendizaje y la enseñanza desde diferentes dimensiones y criterios que orientan el diseño de ambientes de aprendizaje relevantes y pertinentes que contribuyen a que se produzca el aprendizaje. Es decir, aquí se privilegia el aprendizaje experiencial y relacional, favoreciendo igualmente el diálogo y la pregunta en saberes académicos y culturales. 


La evaluación se concibe como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios, por medio del cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos inicialmente planteados, López (2018); se asume como un proceso que tiene como propósito valorar, apropiar y reorientar el aprendizaje. La evaluación debe ser un proceso de comunicación transparente y precisa entre quien evalúa y es evaluado en donde se establecen unas metas claras y que en el tiempo puedan ser desarrolladas, siendo un proceso autentico. En congruencia con los postulados del constructivismo, una evaluación auténtica centrada en el desempeño o resultados de aprendizaje  busca evaluar lo que se hace, así como identificar el vínculo de coherencia entre lo conceptual y lo procedural, entender cómo ocurre el desempeño en un contexto y situación determinados, o seguir el proceso de adquisición y perfeccionamiento de determinados saberes o formas de actuación, todo esto se desarrolla a través de ejes problémicos que permiten contextualizar los contenidos. 


La evaluación del aprendizaje igualmente permite que se desarrolle un aprendizaje significativo y permanente, de tal forma que el conocimiento no sea a corto plazo o transitorio y exista la evidencia concreta de su desarrollo; propósito que se facilita articulando las estrategias evaluativas con las actividades de enseñanza y aprendizaje para así garantizar las acciones que logren los aprendizajes establecidos en el perfil de egreso. 


Finalmente, la materialización de la práctica de enseñanza y el aprendizaje se soportan en unos lineamientos didácticos que guían al profesor, entre éstos:



Formación

Proceso permanente que posibilita el desarrollo de las potencialidades del ser humano de una manera integral y tiene por objeto el pleno desarrollo de los alumnos y su formación académica o profesional, según el Art. 10, de la Ley 30 de 1992 de educación superior. 


Así mismo la ECR, comparte con Delors (UNESCO, 1996), que la educación tiene “la misión de permitir a todos, sin excepción, hacer fructificar los talentos y capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal’, en otras palabras, el compromiso de optimizar las capacidades del individuo para garantizar la construcción exitosa de un proyecto de vida personal y de un proyecto de sociedad que permita responder en forma adecuada a las necesidades y expectativas del colectivo al que pertenece.


En este sentido, la Institución reconoce las características de sus estudiantes, con el fin de resaltar sus habilidades y desarrollar las capacidades necesarias para que logren su libertad personal, enmarcada en la responsabilidad social.

En consonancia con la propuesta de Stabback (2016) quien señala que la educación podrá aportar al cumplimiento del cuarto objetivo de desarrollo sostenible, si es inclusiva y equitativa, que posibilite un aprendizaje de calidad, promueva el aprendizaje permanente y sea adecuada para construir una mirar holístico, lo cual implica, el acompañamiento en la construcción de un proyecto de vida que dé respuesta, tanto a las necesidades y expectativas individuales, como a los requerimientos del contexto actual”. 


Desde esta perspectiva la ECR, está llamada a diseñar y operar currículos que trasciendan hacia la interdisciplinariedad, la internacionalización, el emprendimiento, la innovación  y la formación laboral en un estrecho acercamiento a la realidad social en un proceso continuo a lo largo de la vida, ya que posibilita que los individuos puedan adaptarse rápidamente a las constantes transformaciones, por lo cual plantea como  tarea esencial, en línea con lo enunciado por Medina & Guzmán, diversificar su oferta, flexibilizar sus currículos y armonizar sus objetivos a las necesidades particulares de los individuos que aspiran a formarse en ámbitos escolarizados. 


En este sentido, el proceso de formación parte del principio del reconocimiento del ser humano como un ser pluridimensional, integral, con múltiples capacidades susceptibles de ser optimizadas y desde el marco de la educación inclusiva propende por garantizar el acceso, la permanencia y la autonomía.

En razón al proceso de formación, la ECR:


  • Reconoce y acoge el fundamento de una formación integral donde la pregunta permanente es por el significado de lo humano y el compromiso esencial es la persona y el de la persona frente a la sociedad. Por esto, articula tres constantes que determinan su identidad universitaria: hombre, ciencia y sociedad. La constante “hombre” va unida a los conceptos de formación, educación y cultura; la constante “ciencia” al concepto de investigación, y la constante “sociedad” a los conceptos de proyección social y servicio.
  • Considera que la educación, la enseñanza y el aprendizaje son procesos factibles y necesarios de desarrollarse con una intención de perfeccionamiento.
  • Reconoce que educar es formar personas capaces de vivir plenamente, disfrutar, crear y trascender el aquí y el ahora. Por lo tanto, se requiere auspiciar su actividad y su independencia crítica y creativa; desarrollar sus sentimientos y valores, su acción transformadora, así como desarrollar su autonomía personal y social.

En este marco, y acorde a lo determinado en la Ley General de Educación, de conformidad con la Constitución Política de Colombia, fomenta adicionalmente, la formación de la práctica del trabajo, mediante los conocimientos técnicos y habilidades, así como la valoración del trabajo, como eje fundamental del desarrollo individual y social.


De otra parte, en concordancia con lo establecido en el artículo 120 de la Ley 30, que permite a las Instituciones de educación superior ofrecer dentro de la extensión programas de educación permanente, cursos, seminarios y demás programas, los decretos 2888 de 2007 y 4904 de 2009, y la compilación de normatividad educativa en el decreto 1075 de 2015, donde dicta de manera reiterada dentro de los aspectos generales en cada uno de ellos, la incorporación de la formación permanente como parte integral de la formación para el trabajo y el desarrollo humano, la ECR determina avanzar también en programas técnicos para permitir a la población una rápida inserción laboral que mejore sus condiciones de vida y los cualifique en competencias laborales para cubrir las brechas de talento humano del sector empresarial, con el objeto de complementar, actualizar, suplir conocimientos y formar, coherentemente con las necesidades y expectativas de la persona, la sociedad, las demandas del mercado y del sector productivo.

 
Finalmente, la ECR reconoce dentro de sus procesos de formación 4 modalidades para el desarrollo de sus programas académicos y los procesos de enseñanza y aprendizaje: 

La modalidad presencial ECR

Es aquella que esta mediada por una relación directa entre el estudiante y el profesor. Esta mediación es sincrónica y se da a través de espacios académicos concertados y planificados y se operacionaliza en las sesiones de clase. La presencialidad utiliza recursos que cobran valor en ella y puede estar apoyada, como lo menciona el MEN (2021) en distintos medios tecnológicos e informáticos, laboratorios, talleres y espacios adecuados.

La metodología mixta     (b-learning-) ECR

De acuerdo con lo descrito por el MEN (2016), es la combinación de la educación en línea con la educación presencial con el aprovechamiento y apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación; aquí el profesor cumple dos roles, como tutor presencial y como tutor on-line; el estudiante es el centro del aprendizaje. Utiliza recursos hipermediales, momentos sincrónicos y asincrónicos, trabajo individual, tutorías y comunidades de práctica. 

La metodología virtual o e-learning ECR

En línea con el MEN, es una metodología educativa proveniente de un nuevo paradigma en el cual las limitaciones espacio temporales se han superado gracias al poder de las TIC y de las redes telemáticas. Se entiende entonces como el desarrollo de un proceso educativo en un lugar distinto al salón de clases, en el ciberespacio, en una temporalidad que puede ser sincrónica o asincrónica y sin la necesidad de que los cuerpos de maestros y estudiantes se constituyan en su entorno principal (MEN, 2010). Implica, que está disponible en cualquier lugar y tiempos en que estén ubicados profesores y estudiantes, enfatiza en mayor responsabilidad por parte del estudiante en su aprendizaje, ofrece alternativas sobre los ritmos de aprendizaje, y brinda múltiples alternativas para el diseño de los ambientes de aprendizaje.

La metodología Dual ECR

Según lo planteado por el MEN (2020), es comprendida como el proceso de formación que incluye como mínimo dos entornos de aprendizaje, el académico y el laboral en alternancia. Por consiguiente, requiere la articulación de la teoría y la práctica, el pensamiento y la actuación, y el aprendizaje sistemático y casuístico. Requiere, además, una articulación constante y permanente entre los modelos teóricos y prácticos.  En la modalidad dual el estudiante aprende, apoya y aporta a su proceso de aprendizaje en compañía permanente de expertos.

Investigación 


Desde la promulgación de la Ley 1286 de 2009, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación -SNCTI- se propone alcanzar un modelo productivo sustentando en la ciencia, la tecnología y la innovación, para darle valor agregado a los productos y servicios de la economía colombiana, al tiempo que busca propiciar el desarrollo productivo y una nueva industria nacional. Desde esta perspectiva, la ECR, como Institución de Educación Superior se articula con el SNCTI mediante la implementación de políticas, procesos y estrategias que permitan fomentar y desarrollar la investigación, la generación de conocimiento, la creación artística y cultural, el desarrollo tecnológico y la innovación, aplicadas a las áreas de desarrollo social y la inclusión.


Como Institución de Educación Superior, reconoce la función sustantiva de investigación como vehículo para formar ciudadanos capaces de transformar la realidad social del país. Para ello, propende por la articulación de la investigación con las demás funciones misionales: la formación y la proyección social; y a través de ellas, con la academia, el Estado, el sector empresarial y la sociedad civil. 


En este sentido, se busca que la investigación contribuya a la formación del talento humano con:


Capacidad de reconocer e interactuar con comunidades académicas y científicas nacionales e internacionales a través del trabajo en red, para el logro de objetivos comunes, y coherente con los intereses misionales.




Voluntad de saber y compromiso ético en la búsqueda de conocimiento.


Capacidad de hacer uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación TIC; la Realidad Virtual, la Realidad Aumentada, el Internet de las Cosas, y demás desarrollos tecnológicos de vanguardia para la cualificación de su ejercicio laboral y científico. 

Capacidad crítica para comprender los problemas sociales y ofrecer soluciones viables a ellos, a través de procesos de investigación aplicada en coherencia con el desarrollo sostenible y los ecosistemas saludables.


Investigadores, emprendedores e innovadores con sensibilidad social, capaces de responder a las problemáticas y necesidades del país en el marco de las políticas y los lineamientos nacionales e internacionales, con perspectiva de inclusión social.

En este orden de ideas, la institución reconoce la pluralidad epistemológica y metodológica en la investigación al aceptar múltiples acercamientos a la realidad en función de las características de los objetos de estudio de los programas que la conforman. Por tanto, asume que en investigación se debe acudir a las posturas epistemológicas y metodológicas que permitan realizar los debidos abordajes de la realidad en función de las respuestas que se requieren y no de apuestas dogmáticas que se asumen a priori para la generación de nuevo conocimiento. Esto quiere decir que: no es la institución la que limita las posibilidades epistemológicas y metodológicas en la investigación, sino la naturaleza misma de los fenómenos sobre los que se quiere investigar.


Así mismo, reconoce los abordajes metodológicos que se plantean desde la investigación total u holística, entendida como aquella que busca superar la visión del desarrollo de la ciencia desde la especialización del saber fragmentado, para trascender hacia una visión transdisciplinar de comprensión de la realidad que articule los saberes en torno a la problemática que se quiere abordar. Esta perspectiva cobra principal interés de cara a contribuir a la solución de los problemas mundiales definidos en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente en los campos de tecnología e innovación, ecosistemas saludables, bienestar social e inclusión, y desarrollo sostenible. 


De acuerdo con la Política de Investigación, la Escuela Colombiana de Rehabilitación declara la investigación como un ejercicio permanente de gestión y producción del conocimiento, abierto al cuestionamiento, a la reflexión, al debate y la búsqueda de soluciones de los problemas que afectan a la sociedad, y en el logro de la incorporación de estos resultados en el proceso de formación.


La gestión del conocimiento busca la consolidación de nuevas generaciones de investigadores, el reconocimiento de grupos de investigación que responderán a las problemáticas y necesidades globales, con calidad humana y sensibilidad social, como sellos distintivos de la misión de la ECR, con reconocimiento nacional e internacional por su calidad científica y por la pertinencia social de sus aportes.


Para cumplir con este propósito, la ECR cuenta con un sistema de investigación, el cual define los organismos, actores y Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación -ACTI- que se llevan a cabo en la institución en coherencia con su naturaleza de Institución de Educación Superior. 


Las líneas de investigación son perspectivas cognoscitivas sobre un campo de la realidad, que delimitan el objeto de la investigación y se convierten en herramienta de primer orden para gestionar, orientar y dinamizar el quehacer de los investigadores y de los grupos. Las líneas institucionales nacen de la necesidad de aportar a la construcción de conocimiento en torno a unos pilares específicos promovidos por el quehacer de cada programa académico de la ECR. 


De otra parte, la enseñanza de la investigación propio de programas de pregrado y posgrado se conceptualiza como un proceso continuo y transversal encaminado al desarrollo del pensamiento científico, la apropiación de competencias y resultados de aprendizaje en investigación y a la adquisición de herramientas metodológicas y de análisis de información para el acceso y uso del conocimiento científico y para la identificación de las necesidades de innovación y conocimiento.



Hacen parte de la enseñanza de la investigación: 



El currículo en el que la investigación se concreta como un área, con sus correspondientes componentes. Dentro de éste se definen cursos de formación en los planes de estudio de los programas que oferta la institución.


Acciones de carácter transversal para la consolidación de una cultura de la investigación que se incorporan en los demás cursos y en actividades fuera del aula que contribuyen a la formación de investigadores. Corresponde a procesos de formación y cualificación en los ámbitos epistemológico, metodológico, de análisis de información, de gestión de la investigación y de prácticas éticas propias de la cultura académica y de responsabilidad social.


La ECR busca desarrollar el pensamiento lógico, crítico y propositivo de los estudiantes, a través del uso práctico de herramientas metodológicas y matemático-estadísticas que les permitan identificar las problemáticas del entorno, y buscar alternativas de solución basadas en el conocimiento, la sistematicidad, el rigor y el actuar ético propio de la ciencia. La enseñanza de la investigación es explicita en los espacios curriculares formales que se delimitan en el área de formación en investigación y que se concretan en los cursos de los planes de estudio, así como en las metodologías que permean la formación.


Adicionalmente, cuenta con estrategias que permiten el fortalecimiento y divulgación de la investigación, innovación y/o creación artística y cultural; y la incorporación del uso de las tecnologías de la información y la comunicación y el logro de competencias de pensamiento crítico, comunicación escrita, oral y otras formas de expresión, formulación y resolución de problemas, promoción de la creatividad y adaptabilidad en los estudiantes  como las jornadas de ambientes estudiantiles, los semilleros de investigación, los eventos internos de investigación, las pasantías y misiones internacionales de investigación y las opciones de grado y los productos de investigación derivados de estas modalidades de trabajo de grado.

Proyección social


A través de la proyección social institucional la ECR busca contribuir a la resolución de problemáticas y a la generación procesos de transformación social que fomenten el mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar de las personas y de las comunidades.


El diálogo y la interacción con el entorno son las herramientas mediante las cuales se transfiere su conocimiento y se pone al servicio de la humanidad mediante servicios y programas pertinentes que contribuyen al desarrollo del país. En esta misma línea, es a través del intercambio con el contexto como se recogen experiencias y aprendizajes que retroalimentan el que hacer de la academia. 


La ECR se considera la vinculación con el sector externo como una función misional y estratégica que al estar integrada con la docencia y la investigación hace posible que la ECR sea un espacio de reflexión y transformación de la sociedad que permite: 


Propiciar espacios para el dialogo y la cooperación permanente con organismos, asociaciones, instituciones y comunidades locales, nacionales e internacionales.


Fomentar en los grupos de interés la cultura de la participación de forma que la institución aporte a la construcción de política pública propendiendo por la transformación positiva de las comunidades.


Propiciar vínculos sostenibles entre la ECR y los diversos sectores de la sociedad (empresa–estado-comunidad) con el fin de favorecer la inclusión social a través del desarrollo de proyectos y/o programas de largo, mediano y corto plazo. 


Contribuir de manera permanente a la actualización de los currículos y las líneas de investigación institucionales favoreciendo la pertinencia de los procesos formativos e investigativos con las necesidades sociales, económicas, culturales y de salud de las comunidades y del país. 


Fortalecer las prácticas y pasantías facilitando la articulación de los programas académicos de pregrado y posgrado con las organizaciones, instituciones, empresas y comunidades.



Favorecer la vinculación laboral de los egresados y la educación a lo largo de la vida a través de la educación continua. Desarrollar procesos de seguimiento a egresados, que permitan el análisis de los procesos de docencia, investigación y extensión, y su impacto en el medio.


Promover espacios de aprendizaje que, gracias al contacto con la comunidad, permitan desarrollar soluciones contextualizadas en necesidades reales ampliando su impacto.


Cooperar con comunidades académicas internacionales, con criterio de reciprocidad, intercambio y aprendizaje mutuo. 

Las líneas de acción de la proyección social están bajo los diferentes componentes: 


  • Educación continua:  Se entiende como la actividad académica organizada con responsabilidad social, que busca satisfacer la necesidad de actualización o perfeccionamiento permanente antes, durante y después de terminar su ciclo de formación; además, busca potencializar las capacidades para analizar y resolver problemas, generar alternativas frente a las situaciones que el medio les demanda, trabajar en equipo, aprender y adaptarse, en el marco de educación para la vida. 

 

  • Prácticas y pasantías: Se conciben como espacios de formación académica que permiten a los estudiantes estrechar la relación teoría-práctica, mediante un ciclo de aprendizaje gradual que conduce a la contextualización y globalización del conocimiento, a la aplicación del mismo y a la interrelación entre la formación, la investigación y la proyección social. La integración de las funciones de docencia, investigación y proyección social en las prácticas constituye una estrategia fundamental para la formación integral. Ésta busca que el estudiante desarrolle conocimientos, habilidades y actitudes para abordar y resolver problemas de manera consciente, crítica, innovadora y creativa, lo que redunda en su formación como persona idónea, ética y capaz de responder a las necesidades y demandas de su entorno en el marco de la misión y visión institucional.

 

  • Relaciones interinstitucionales e internacionalización: Se definen como una línea transversal a las funciones misionales que conecta a la ECR con el mundo incorporando dinámicas a nivel local, regional, nacional e internacional, mediante el establecimiento de vínculos de cooperación investigativa, académica y social, para la globalización del conocimiento, el ejercicio internacional de los saberes y respuesta a las demandas y necesidades mundiales. Implica la integración de actividades académicas para el desarrollo de competencias y pensamiento global que le permitan a los estudiantes el reconocimiento de la diversidad cultural, así como desenvolverse en contextos multiculturales como ciudadanos del mundo; es así como la docencia debe permitir que el estudiante transite de una mirada nacional y local a una internacional y mundial, que les permita la resolución de las problemáticas propias de su profesión. 


Con el propósito de consolidar las relaciones interinstitucionales, y de acuerdo a la normativa vigente del Ministerio de Educación Nacional- MEN  y el análisis estratégico del contexto de la institución, así como de necesidades de la misma, la ECR establece las siguientes líneas de acción: Internacionalización del currículo y en casa, internacionalización de la investigación, internacionalización de la extensión, cooperación internacional, movilidad académica y gestión de la internacionalización.

 

Desde esta apuesta, la internacionalización del currículo se manifiesta en: 1. Planeación e implementación de módulos, seminarios o contenidos internacionales en colaboración con instituciones de educación superior extranjeras. 2. Incremento el uso de bibliografía en segunda lengua en las asignaturas de los planes de estudio de los programas académicos. 3. Diversificación de cursos o programas in situ y/o virtuales en una segunda lengua para toda la comunidad. 4. Promoción del relacionamiento estratégico para el desarrollo de programas académicos en conjunto y de doble titulación con socios internacionales. 5. Fomento al desarrollo de competencias interculturales y comunicativas en segunda lengua a través de la gestión y desarrollo curricular.


El diseño y desarrollo de currículos con perspectiva internacional en la ECR se reflejarán en las diferentes actividades académicas: prácticas/pasantías internacionales, incorporación de bibliografía internacional, generación de espacios académicos expresados en conjunto con universidades extranjeras; movilidad académica de estudiantes y docentes a nivel internacional, el desarrollo de competencias comunicativas en segunda lengua, los convenios y alianzas con pares internacionales para el desarrollo del currículo; la virtualidad que posibilite el intercambio intercultural, proyectos de investigación en cooperación con actores académicos internacionales; programas especiales para estudiantes y docentes extranjeros, que permitan el logro de competencias y resultados de aprendizaje del egresado para su desempeño en el ámbito internacional.


  • Prestación de ejercicios de extensión: La ECR presta servicios de extensión a través de asesorías y consultorías, oferta servicios a la comunidad en general, a través de proyectos especiales en las áreas de atención integral en salud, rehabilitación, habilitación e inclusión social, educativa y laboral.



Los proyectos especiales corresponden a la generación de proyectos de desarrollo o productivos auto sostenibles desde las facultades, unidades o dependencias de la ECR, que al tiempo que identifican y responden a necesidades del entorno, permiten el desarrollo de procesos de vinculación e inclusión laboral para personas en condición de discapacidad y para la comunidad interna y externa en general.

 

La consultoría y asesoría hacen referencia a procesos relacionados con la emisión de conceptos especializados y búsqueda global de soluciones sobre asuntos específicos que generen cambios significativos en las instituciones u organizaciones que las solicitan. 

Inclusión y diversidad

Una sociedad inclusiva es aquella que valora la diversidad humana y fortalece la aceptación y participación de las diferencias individuales en todas las esferas sociales (García, 2004). Desde esta perspectiva, la inclusión social se asume como todo esfuerzo individual y colectivo, público y privado dirigido a la erradicación de la exclusión de personas y grupos humanos que han sido históricamente discriminados debido su condición física o social, raza, género, filiación política o religiosa, edad, procedencia, etc. 

La inclusión social se enmarca en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en tanto que se esfuerza por defender la dignidad de las personas y de los grupos humanos particulares. De acuerdo con Gómez y Hernández, el diálogo respecto a la diversidad ha dejado de ser considerado como un problema para ser visto como “un reto, un recurso y finalmente un derecho (2010, p. 28)” Línea Diversidad e Inclusión ECR.


El propósito de inclusión y diversidad de la ECR atiende los retos que plantean los objetivos de desarrollo sostenible, puntualmente el objetivo 4: garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad además de promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Así mismo, la ECR busca responder a los desafíos planteados por la UNESCO en los que se plantea la necesidad de responder a la diversidad de los estudiantes, enfocarse en incrementar la participación y en reducir la exclusión en los currículos y las actividades educativas de forma que contemplen las necesidades de cada miembro de la comunidad para que, en la medida de las posibilidades de cada persona, se adquieran los aprendizajes necesarios para su desarrollo individual y social.


La ECR enfoca sus esfuerzos en facilitar la gestión de la diversidad a través de la construcción de entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para garantizar la educación para los derechos humanos, la igualdad, la cultura de paz, la valoración de la diversidad y la contribución al desarrollo sostenible.


Emprendimiento


Alineado con Ley 2069 de 31 de diciembre de 2020, “Por medio del cual se impulsa el emprendimiento en Colombia”, y comprendiendo la responsabilidad que tenemos las instituciones de educación con el país para promocionar el desarrollo empresarial, la ECR adelanta acciones para la formación, asesoría y mentoría del emprendimiento, el intra-emprendimiento y el empresarismo, apoyando a nuestros futuros graduados en el desarrollo de ideas de negocios o acelerando el crecimiento de sus empresas. Por eso, la Escuela promueve ambientes y espacios para la enseñanza y el aprendizaje, donde la comunidad académica intercambia experiencias en la formulación y gestión de proyectos de alto impacto social y económico, relacionados con sus saberes, habilidades, destrezas y competencias, contribuyendo no solo al mejoramiento de la calidad de vida de la persona sino también al crecimiento empresarial. 

Innovación

   

La ECR se ha comprometido con el desarrollo de una metodología para la innovación institucional que permee las labores sustantivas de la Escuela; este esquema metodológico permite articular los procesos de investigación con la extensión y la docencia, como estrategia para la generación y divulgación de nuevo conocimiento​, el desarrollo de mejores prácticas pedagogías y estrategias de relación con el sector externo, que contribuyan a la generación de hábitos, comportamientos y conductas en todos los grupos de interés para una cultura de innovación institucional. 


Calidad

Desde el Sistema de Aseguramiento de la Calidad, la ECR orienta sus esfuerzos para el cumplimiento de objetivos en cuanto a rendición de cuentas ante la sociedad y el Estado sobre su servicio educativo y se acoge a las directrices y lineamientos para el auto examen permanente de sí misma y de los programas académicos. Este sistema de aseguramiento de la calidad está concebido desde una política y objetivos de calidad institucionales, que expresan el compromiso con la eficacia, eficiencia, efectividad y mejoramiento continuo de sus funciones misionales y de apoyo, establecidos en pro de garantizar la formación académica de excelencia, en concordancia con los principios institucionales. 


De esta forma la calidad en la ECR en línea con lo establecido por el MEN hace referencia a la síntesis de características o atributos que permiten reconocer un programa académico o una institución, y hacer un juicio sobre la distancia relativa entre el modo como en esa institución o programa académico se presta dicho servicio, y el óptimo que corresponde a su naturaleza.


Significa lo anterior que la calidad, esta puesta en la  capacidad de la institución  para establecer una línea estrecha entre sus objetivos propuestos y la valoración positiva de sus  grupos de interés, evidenciado en  la influencia positiva de la institución en los estudiantes, estableciendo diferencias positivas en su desarrollo intelectual, personal, social, desde el inicio hasta el final de sus proceso académico. Transformación que incluye la transcendencia cognoscitiva y el empoderamiento del estudiante para influir en su propia formación. Esta capacidad institucional se evidencia a partir del cumplimiento de los factores relacionados con la misión y proyecto institucional, los estudiantes y profesores, los procesos académicos, la investigación, la pertinencia e impacto social de la institución, los procesos de autoevaluación y autorregulación, el bienestar institucional, la organización, administración y gestión de la institución, los recursos de apoyo académico y la planta física, así como los recursos financieros.


La ECR fundamenta su quehacer desde la premisa que privilegia las acciones permanentes de mejora de la calidad, más que en los ejercicios de evaluación en sí mismos, para lo cual se requiere en primera instancia medir y como lo plantea Carlos Fosca Pastor “con los años se ha demostrado que la mejor manera de evaluar es a partir de un proceso de autoevaluación o auto reflexión”.

Bienestar


Fomentamos el bienestar de los miembros de la comunidad institucional a través de la implementación de estrategias, programas y actividades orientadas a potencializar las dimensiones física, psico-afectiva, espiritual, cognoscitiva, sociocultural y axiológica del ser humano. 


En coherencia con la misión y la visión institucional, bienestar garantiza la inclusión de todos los miembros de la comunidad educativa a través del fortalecimiento de su sentido de pertenencia, su participación institucional y la consolidación de una cultura de convivencia pacífica y armónica. 


En coherencia con el lineamiento del modelo pedagógico, la ECR asume y toma como propio que “el bienestar en las instituciones de educación superior es una función de carácter estratégico y transversal que comprende las políticas institucionales, los procesos y las prácticas, así como una cultura institucional que promueve la corresponsabilidad de los actores que conviven en el contexto de la vida institucional para favorecer la formación integral, el pleno desarrollo de las capacidades humanas y la construcción de comunidad”.


Desde este marco, la ECR adopta como principios generales de Bienestar Institucional: la calidad de vida, la formación integral y la inclusión social. Estos principios enmarcan las acciones de un modelo centrado en el autoconocimiento como camino para garantizar la permanencia, el éxito académico y la excelencia.

Los apoyos del viaje


Bajo la dinámica de una gobernanza participativa, la ECR ha definido su liderazgo para la transparencia, eficiencia y sostenibilidad de la Institución apalancada por una estructura organizacional y financiera que garantice el funcionamiento adecuado y la encamine a un reconocimiento del mejor sitio para trabajar y estudiar. 


A partir de los estatutos, del código de buen gobierno y de el plan de desarrollo institucional, la ECR ha definido la estructura organizacional y su modelo financiero para sus próximos años, en pro de la sostenibilidad institucional, que facilita su dinámica, el cumplimiento de las políticas institucionales y la articulación entre la gestión académica y administrativa, al servicio de las funciones sustantivas. 


La estructura organizacional de la ECR se plantea a partir de los órganos de gobierno, direccionamiento y gestión. Los órganos de gobierno se encargan de velar por el desarrollo de la organización, de acuerdo con las disposiciones estatuarias que la rigen, de tal forma que los órganos de dirección se encargan de orientar y alinear la organización en cumplimiento con la Misión, Visión y principios organizacionales y los de gestión serán los encargados de promover y desarrollar las políticas y direccionar la gestión por procesos y resultados. 


Esta dinámica organizacional permite agilizar la toma de decisiones, mejorar la comunicación, promover la flexibilidad para adaptarse a los cambios en el contexto de la educación y asegurar la calidad en la gestión institucional y la satisfacción de los grupos de interés. 


En cuanto al modelo financiero, este se encamina a la eficiencia de los recursos para asegurar la exigencia en la operación académica; a la generación de excedentes para asegurar las inversiones en el que hacer de la Institución, velando por el cierre de brechas de calidad, la modernización de la infraestructura física y tecnológica, al crecimiento proyectado y al bienestar de la comunidad.


El manejo de los recursos financieros cuenta con políticas, procedimientos y con la evaluación de la revisoría fiscal, para asegurar su transparencia y eficiencia de los mismos, cumpliendo a cabalidad con las exigencias del sector académico, de las empresas sin ánimo de lucro y de los entes de control tributarios.   


Dentro del modelo financiero se contemplan parámetros de responsabilidad social propia de las Instituciones de Educación Superior y se revisan las mejores prácticas encaminadas a lograr el endowment necesario por la naturaleza de Ia Institución. 


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