Luxación de tobillo: ¡Aprendemos más sobre esta lesión!

Uno de los traumas más frecuentes en las articulaciones hoy en día es cuando dos huesos se separan de su punto de unión. En muchas ocasiones, estos impactos llegan a ser tan graves que las articulaciones se desplazan o se salen de su sitio, causando un fuerte dolor e incluso la rotura o el rompimiento de ligamentos. A este tipo de trauma se le conoce como luxación de tobillo.

Una luxación de tobillo es una lesión que puede ser provocada al momento de realizar cualquier movimiento que cause inestabilidad en las extremidades inferiores de una persona, ya sea porque hizo un mal movimiento haciendo algún deporte, en un gimnasio o porque pisó sin darse cuenta una superficie inestable. Es importante mencionar que, en una luxación hay una división permanente entre las dos partes que componen una articulación, por ende; se produce una separación en los extremos de los huesos, y que, para el caso del tobillo, se da entre la tibia y el astrágalo.

Debido a que estos traumas pueden ser ocasionados por diferentes factores y actividades, existen distintas formas de categorizarla. Esta clasificación va a depender de la causa que la haya producido, de la forma en cómo se dio la lesión y del tiempo de su evolución. A continuación, te compartimos cada una de ellas.

Las luxaciones en el tobillo pueden producirse por diferentes motivos. Sin embargo, las más comunes llegan a ser:

• Luxación de tobillo por traumatismo: Esta luxación se produce por lesiones provocadas al ejecutar alguna actividad deportiva o por sufrir un accidente que ocasiona la separación de la articulación (como los accidentes de tránsito).
• Luxación de tobillo por tracción muscular: La lesión ocurre por realizar movimientos inadecuados, bruscos o violentos.
• Luxación de tobillo espontánea: Suceden cuando la persona posee debilidad en sus articulaciones, en su sistema óseo o porque presenta enfermedades previas como la osteoporosis o la artritis.
• Luxación de tobillo congénita: Se producen en la etapa fetal o por una alteración en la elasticidad articular al momento del nacimiento.
• Luxación de tobillo reincidente: Este tipo de luxación es también llamada recidivante. Se presenta cuando hay una lesión previa no tratada o curada. Debido a que la herida de los ligamentos no ha sido tratada, hay mayor probabilidad de presentar nuevas luxaciones.

Paralelamente, estos esguinces se pueden categorizar según la manera en cómo se hayan generado, las cuales pueden ser:

• Abierta: Cuando aparte de la luxación, se presenta una herida en la piel.
• Cerrada: Solo se genera la lesión en el tobillo.
• Completa: Hay una perdida total del cartílago articular y además, se separan las partes que conforman dicha articulación.

Asimismo, se pueden clasificar según el tiempo en que se presentó el accidente. Estos pueden ser:

• Agudo: Con menos de 72 horas de haber sufrido el trauma 
• Crónico:  Con un tiempo mayor a 72 horas de haber sufrido el trauma

Por lo general, una luxación en el tobillo es mucho más dolorosa que la fractura de un hueso, por tal motivo, es una condición que requiere atención médica inmediata. Ahora bien, este tipo de lesiones pueden ser tratadas de distintas maneras, dependiendo de la gravedad del trauma. Sin embargo, lo que más se recomienda en todos los casos es el reposo, aplicación de hielo, proteger la zona afectada y consultar lo más rápido posible con un especialista en fisioterapia y terapia manual.

Los profesionales pueden tratar esta condición empleando tratamientos para:

• Minimizar la luxación y devolver el hueso a su posición.
• Inmovilizar la articulación afectada.
• Disminuir la inflamación y el hematoma
• Restaurar la piel y músculos afectados. 
• Devolver la movilidad.

¿Cómo es la recuperación de una luxación de tobillo?

Fisioterapia

Los fisioterapeutas son los profesionales adecuados para evaluar las luxaciones de tobillo y asistir a los lesionados en el proceso de recuperación. A menudo estos profesionales y de acuerdo a las ayudad diagnósticas emitidas por el médico como como rayos X o tomografías, son útiles como apoyo para emitir el diagnóstico fisioterapéutico, para diseñar el tratamiento acorde al tipo de lesión y paciente.  Normalmente, los tratamientos de fisioterapia incluyen:

• Control de la inflamación y el dolor.
• Control de la inflamación y el dolor.
• Recuperación de la movilidad articular.
• Ejercicios de fortalecimiento.
• Prescripción de ejercicio progresivo.
• Entrenamiento del balance y el equilibrio.
• Educación sobre soportes ortopédicos y vendajes de ser necesario.

Dependiendo de la gravedad de la lesión, el fisioterapeuta podrá hacer que el paciente avance a través de las diversas etapas de recuperación y le informará cuánto tiempo debe transcurrir para que regrese a sus actividades habituales. Aunque las luxaciones y esguinces de tobillo son comunes y en la mayoría de los casos son reparadas por completo, tener una la rehabilitación adecuada, disminuye las posibilidades de tener problemas en el futuro.

Terapia manual

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